martes, 5 de enero de 2016

Penetrando a Montse después de 3 años sin follar

Este polvo me encantó. Ya sabéis que últimamente me seducen bastante acostarme con mujeres muy recias. En este caso, Montse, una casada de 39 años y de 120 kg peso, sufridora día a día porque descubrió a su marido acostándose con otra mujer, decidió dejarse llevar y entregarse a otro hombre después de llevar más de tres años sin follar.

Tuve el placer de "redesvirgarla" tras ese parón sexual en su propia casa. Ella deseaba chuparme la polla y disfrutarmela oralmente, pero la cosa acabó a cuatro patas y siendo penetrada.

Llegué a su casa tras tener cuidado que una vecina fisgona no estuviese al acecho. Me abrió la puerta y la cerró al entrar yo. Llevaba una bata grande.


La hice sentar en el sofá y la hice desnudar. Observé unos pechos enormes, caídos y con pezón muy muy grande que me excitaron. Los acaricié y noté que la mujer estaba muy caliente.

Le puse mi collar de sierva dócil (el de color blanco) y sentada en el sofá le dije que abriese bien la boca y me diese placer. Ella misma, me sacó la polla del pantalaón diciendo:

- Aiii, qué gusto. cómo voy a disfrutar. por fin...

Me la chupó con demasiada violencia, demasiada succión, que tuve que decirle cómo chuparme la polla y todo.

Sobé sus tetas mientras me la chupaba como una auténtica desesperada. Le hice mamar los cojones también con delicadeza y a pajearme mientras yo le daba polletazos en la cara y ella parecía disfrutar con ello.



Pasados unos 20 minutos de mamada decidí penetrarla. Así que la puse a cuatro patas en el sofá y observé sus genitales, absolutamente deliciosos:



Goma y para dentro. Dentro de su coño el calor era intenso. Me sorprendió y mucho la estrechez de su vagina. Era deliciosamente estrecha (tres años sin follar y no haber parido nunca), es una de las mejores mujeres que he penetrado y el placer que me otorgaba su coño chorreante era extremadamente delicioso. En cuestión de unos minutos la mujer se corrió. Noté mucho jugo que incluso bombeé fuera de su coño peludo y empezó a correarle coño abajo.

Por mi parte basta decir que la monté a cuatro patas por el coño hasta que me vinieron ganas de correrme. Paré y quise eyacular en el rostro de la hembra.

Así que la hice sentar en el sofá y la hice pajearme medio minuto hasta que mi semen copó su cara de vicio, de una casada que disfrutó sin duda.

Cuatro besos y hasta la próxima.


3 comentarios:

  1. Una historia más que morbosa !!

    Ya se te echaba de menos ;-)

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  2. Gracias Raterm. La folla no siempre se encuentra cuando uno busca. Algunas folladas no tienen fotos puesto que la mujer no desea ser fotografiada y por ello no puedo publicar todas las citas que hago. Iré incorporando nuevos posts a medida que monte otras hembras, claro que sí. ;-)

    El pollas
    8==========B

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