martes, 10 de diciembre de 2013

Con una Heavy

Hola amig@s. Hoy quiero expresar una nueva experiencia con una mujer espectacularmente sumisa, a la par que buena chavala.

Se trata de Ainhoa, una chica de sevilla que es Heavy! Tiene 23 años, alta, con un pelazo hasta la cintura, castaña y siete tatuajes:

- Uno en el antebrazo derecho, un águila con un escorpión en el pico, a todo color.

- Otro en un pecho, con una calavera pequeña con unos ojos rojos y fumando un puro, junto con un trival que le rodea casi hasta la espalda y hasta el cuello.

- Dos más en sus pies, que lleva totalmente tatuados con difersos motivos florares, cintas y espinos y donde pone: True Love.

- Otro en la espalda, bastante grande que sale una llave, un reloj de arena y una daga muy decorada.

- Dos más en cada antebrazo, trivales varios y algunas palabras en latín que vienen a decir algo como el poder de la naturaleza. Uno de ellos en fase de tatuaje aún.

Pues nada, que es una amiga de mi hermana, que desde hace años parece que yo le gustaba. Uno se entera de cada cosa...

En el cumpleaños de mi hermana estuvo ella y se comentaba que había dejado al novio, un heavy también así como ella, que se había ido con una chica latina gótica (menudo lío de heavys y góticos, je je je).

La chavala, en el cumpleaños charló conmigo bastante rato y me confesó haber estado superenamorada de mi cuando era una chavalilla.

Le dije que aún era una chavalilla a pesar de tener 23 años y que le llevo muchos años. Ella dijo que ahora ya es mujer. Y yo le repliqué que qué significaba eso? Ella contestó enseguida diciendo que si no lo sabía es que no había madurado aún (se ajustó la camiseta que llevaba mostrando su figura y su silueta de chica bien moldeada).

Al finalizar la fiesta ella se despidió antes de nadie y yo al cabo de media hora también me fue. Ella me abordó en la calle, estaba en el coche esperando.

Me dijo: - Sube! rápido. .- Subí sin decir nada.

Enseguida me dijo: -Quieres probar a esta mujer?

- Sí ,le dije.

Me llevó a aun descampado y me pidió que se lo hiciese muy duro. Ella puso canciones de Iron Maiden, que me habían gustado en mis épocas jóvenes y que a ella también le gustaban ahora.

Mientras la tenía totalmente desnuda y la estaba enculando mientras le agarraba las tetas fuertemente y le decía lo puta que era, lo guarra y lo puerca, estaba sonando la canción siguiente:


En fin. Acabamos pegado un polvo de dos horas en el coche, con mucha sumisión. Ya es hora que esta chica se deje follar cada semana por mí, ya que le he dicho que la quiero como sumisa. Ella ha aceptado! MMmmmm.. Tengo ganas que llegue el próximo viernes!

domingo, 24 de noviembre de 2013

El marido escuchaba la follada por el móvil

Una noche, como otras, chateaba en una página de parejas liberales, cuando contacté con un matrimonio de la zona. 38 y 40 años.

Enseguida congeniamos, tras confirmase que les gustaba mucho el juego cornudo-señorona. Tras un buen rato de charla me dijeron: - Propón alguna cosa para ahora.

Y les dije que para ahora no podía. Necesitaba un tiempo para cuadrar una eventual cita. Les dije si les iba bien al día siguiente por la tarde-noche. Aceptaron.

Les propuse quedar en el parking de un centro comercial, en tal zona del mismo y a tal hora, como sigue:

Al llegar ellos ya estaban allí, dentro de su coche y como ya habíamos quedado,aparqué enfrente de ellos, con el carril de circulación del parking entre ambos coches.

Encendí la luz interior de mi vehículo para indicarles que era yo. Al verme ella bajó para, delicadamente atravesar el carril de coches, y dirigirse a mi coche. Se subió y sin mediar palabra, la tomé de la carita y acerqué su boca a la mía para besarla. Su marido desde el coche de enfrente miraba atento.

Ella me acarició la cabeza y pasó su suave mano por mi cuello. Me dijo:

- El cornudo de delante quiere escuchar cómo disfruto, pero ahora está celoso, sin poder escuchar lo que te estoy diciendo.

- Pues dime algo bien guarro para que tenga un buen motivo para sentir algo de celos. - le dije yo.

- Vale. - dijo ella- Quiero ser follada como una autentica zorra, quiero gemir debajo tuyo como si fuese tuya. Quiero tu polla en mi boca y que me llenes de leche la cara.

- Vale, pero antes quiero tocarte un poco delante de tu marido, así sin que pueda hacer nada.

Y seguidamente metí mi mano bajo su falda, separé el tanga y palpé el chocho peludete que tenía. No estaba nada mal. Metí un dedo y luego otro. Ella separó bien los muslos y echó la cabeza hacia atrás, acariciándose el pecho. Su marido miraba desde su coche y yo miraba a ver qué hacía: Parecía que se le movía un brazo: se la estaba pelando.

Saqué los dedos y se los hice lamer a Patricia, que así es como se llamaba, o eso me dijo.

Arranque el coche y me la llevé a una habitación por horas.

Una vez allí llamamos a su marido y pusimos el manos libres. Así habíamos quedado en hacerlo.

Empecé a follarla mientras su marido escuchaba por el móvil los quejidos y ruidos sexuales que practicaba si esposa conmigo. No se callaba para nada y no hacía más que decir lo bien que lo pasaba, que si tócame los pezones, que si métemela por el culo, que si quiero tu semen en mi cara, en mi cara. No! dámelo en la boca, quiero tragarlo!

Una hora de sexo con ella que fue fantástico.

He quedado un par de veces más con ella haciendo la misma historia y ahora se deja azotar el culo y atar las tetas con una cuerda y con pinzas. Algo que su marido también debe escuchar por el móvil mientras se pajea en su coche pensando en cómo lo estará pasando su mujer,


lunes, 14 de octubre de 2013

Sólo azotitos por favor...

Hace un tiempo que os tengo abandonad@s. Ciertamente he estado algo ocupado (no penseis mal malandrines), pero tengo alguna nueva experiencia que exponeros, ya que este verano tuve una experiencia estando de vacaciones.

Fue algo rápido, casi sutil, no obstante, morboso a la vez. Allá va:

Resulta que estuve en Cádiz de vacaciones en casa de unos familiares y nos acercábamos a la playa día sí, día también.

Lo mío es el ligoteo de playa por lo visto, ya que un día decidí ir solo a eso de las 19:00 de la tarde para echar un ojo a la playa a esa hora de la tarde. Mi hermana me dejó su móvil, porque descubrí el juego de Candy Crush este verano y estaba tan picado con la pantalla aquélla que quise echar unas partidillas en la playa. Era una playa algo solitaria, pero aún quedaban personas.

Una morena gordita de unos 40 años hacía topless y como bien sabeis de otros artículos, mi tipo de mujer es ese precísamente: morenaza de pelo azabache, ojazos negros, cuarentona y algo gordita. Me puse palote casi al instante, sin intención, pero mi calenturienta mente me traicionó y empezó a notarse.

Aprovechando la erección en bañador pasé por la orilla del mar y con mis gafas de sol al pasar a 4 ó 5 metros de ella, observé que me miraba fíjamente el trozo de carne colgante.

La cosa quedó ahí.

Días después, tras ir con mis familiares coincidí con la morena de nuevo en la playa y hubo un par de intercambio de miradas. Quizá ella pensaba. Mira el tío que iba contento el otro día.

La vi dos o tres días y una tarde me acerqué a dar una vuelta por la playa de nuevo a eso de las 19:00 con expectativas de tomar un poco la brisa marina. Me llevé toalla y tal y me coloqué allí a jugar con el Candy Crush un rato.

Diez minutos después vino ella y por motivos de la vida, se puso a unos diez metros de mi (la playa estaba vacía y el sitio era diferente al del otro día).

¿Qué debo pensar de eso? Dos coincidencias en una? No lo sé.

Vi que se daba la vuelta, se volvía a girar, etc... Quizá para echar un ojo. Yo tampoco me quedaba manco y le miraba los pechos disimuládamente.

Yo seguí con mi Candy-crush. Menudo juego adictivo, jolín y sin darme cuenta me había pasado tres pantallas. El sol parecía quemarme la espalda y me metí en el agua. Al salir, las olas me llevaron esos 10 metros al lado de la mujer y salí por esa parte de la orilla.

Ella me miró y me dijo si podía ponerle crema.

Le dije que sí, tímidamente.

La charla surgió y nos contamos un poco la vida, típico del momento. El sol aún picaba algo así que ella también me puso, al ver que iba poco equipado para ir a la playa. Ella nativa de Cádiz, me contó.

Nos vimos algunos días más, otros no, y al final de verano, no sé si por ver que ya llegaba el final de las vacaciones, al cabo de un par de semanas le pedí follar en una noche que me había llevado de fiesta con un par de amigas suyas y cuatro tíos bastante enrollados.

Esa noche follamos en plan parejita, a lo sumo a cuatro patas, en la cama de sus padres (único lugar donde podíamos ir a follar, ya que sus padres habían ido un par de semanas a extremadura), pero al día siguiente, la vi de nuevo en la playa y le dije que me había gustado mucho lo de anoche.

Ella asintió como diciendo: - Calla, calla. (parece que se arrepentía de haber bebido algo más de la cuenta por su expresión).

Le animé a echar otro polvo esa noche en la playa. Ella se bajó las gafas y dijo. - Igual que ayer? Le respondí que sí, pero que si le apetecía algo más...

Me respondió que me lo diría a las 00:30 en tal sitio de la playa. Se levantó, se apañó y se fue.

A las 00:30 allí estaba esperando. Llegó ella y me dijo: Trátame con cariño hasta que te diga.

- Pero... le dije yo.
- Calla y desnúdate.

A sus órdenes, señora. Y ale, misionero que le pegué sobre un par de toallas.

Al cabo de un rato, y con arena entre las pelotas, ella me dijo:

- Ya! Ya!. Dame lo que tú quieras!

Y yo como aún no sabía lo que me quería decir,  le dije de darse la vuelta, y a cuatro patas empecé a azotarle las nalgas. Se estremeció y ponía el culo más en pompa.

- Dame, nene! Dame, cariño.

Y ale, a darle.

Según ella le encantaban los azotitos. Pero nada más que eso en lo que a sumisa se refiere.... Una lástima, aunque, menuda mujer más ardiente en la cama!!!

Para Mónica, mi mejor amiga.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Sumisa en concierto!

Esto me ocurrió hace ya unos años, en mis años mozos.

Fue un sábado que acudí a un concierto de un grupo denominado Ska-P, con unos amigos. Creo que el grupo aún existe.

Había mogollón de ambiente Ska y música a toda ostia. Gente bailando Ska, dándose semi-patadas y todo eso. Yo con mi birra en vaso de plástico de rigor, moviendo una pierna y los colegas haciendo lo mismo: patético sin duda.

Birra para el cuche y a darle cuatro movimientos al cuerpo entre la multitud.



Entre la gente que bailaba, daba brincos y tal, me encontraba yo y algunas tías punkas por allí. Un a de ellas me excitaba nada más verla: La cabeza rapada y un mechón muy largo de pelo a modo de cresta desempinada en el medio, 6 o 7 aros en ambas orejas y dos piercings addicionales, uno en la nariz y otro en el labio. Vestimenta muy descuidada, con chupa de tejano con alfileres y chapas y unos tejanos recortados con unas medias de rejilla todas rotas con unas botas militares para acompañar.

La tía iba algo pasada pero controlaba mucho el tema baile. Me acerqué a ella y le dije sin temor a meter la pata:

- Enséñame a bailar como tú!

La tía ni se inmutó, me miró y siguió a lo suyo.

Nada, que intenté imitarla un poco sin conseguir el éxito. Tocaron entonces una canción muy rítmica que me gustaba y me acerqué a primera linea de fuego del escenario. Un par de mastodontes con chalecos amarillos que les iban pequeños paseaban entre unas vallas y el escenario.

Allí me encaramé a hacer el capullo y uno de los gorilas me dijo: tranquilo chaval. Me sentí gilipollas.

Me quedé extrañamente quieto para la multitud que me acompañaba y es entonces cuando vi que la punka aquella estaba a mi lado y me decía: - Debes moverte así..- E intentaba mostrarme algo que se antojaba a bailar a la pata coja levantando una pierna.

Nada, que la tía era muy enrollada, me había visto ir para adelante de todo y le pareció buena idea ir también. Al verme encaramado a la valla y tras ser increpado por el segurata se vio reflejada y por algún motivo decidió a hablarme.

Bailamos por allí delante y nos agobió un grupo de chavales que iban dando empujones en plan béstia. Salimos de la zona de guerra y nos fuimos de nuevo para atrás. Allí me enseñó sus técnicas de baile. Iba sola me dijo.



Acabamos sentados al final de la sala, donde ya no había gente, y charlando de la vida con un par de birras de vaso de plástico, semi-apretado, que antojaba una mancha en la camiseta de Iron-Maiden, que llevaba.

Era directa. Me dijo que ella iba a follar esa noche y me dijo que aún no había encontrado con quién.

Ante esa expresión de sinceridad, no supe qué decir y ella se dio cuenta, así que rió con una carcajada que parecía la de un tía muy poco femenina. Bueno... así era ella. Se hacía llamar Ruth.




Entonces me dijo: - A ver, te gustan las tías como yo?

Y yo, con mi habitual balbuceo de retrasado sexual, le dije que sí. Que me gustaban sus piernas. (Menudo gilipollas!)

Ella rió de nuevo. Y me dijo: - Si quieres ver y tocar algo más que mis piernas, llévame a un sitio donde te pueda follar. Pero prométeme que aguantarás un par de polvos al menos.

- Sí, sí. Vale, vale...

- Ja, ja ja.. Voy a divertirme esta noche,.- dijo ella.




Al acabar el concierto, ella iba mucho más pasada. Había tomado 6 birras más e iba de lado. Le dije de reposar un rato, que la veía muy bolinga. Ella medio en coña medio en serio me dijo: - Creo que voy a vomitar

-  No mujer no! No me pegues la pota aquí tía.!

- Que sí, que sí.! Vamos tras aquéllos containers.

- Cagontó lo que se menea.! Ya me ha tocado la turca! La acompañé tras los containers y allí estuvo un par de minutos y yo a su lado..- No vomitas? le dije

- No, no.. Se me está pasando. Estoy mucho mejor.

- Me alegro. Quieres ir a casa?.- le dije, mientras ella se arrodillaba entre dos containers.

- No! Quiero ser tu guarra!. Dame to polla aquí nene! Ven, que te la saco y te la chupo.....- Y empezó a sacarme la polla.



- Joder, tía. Córtate un poco que pasa gente! .- Habían grupos de gente que salían del concierto como a 20 metros.

- No pasa nada, está oscuro y no nos ven..- Me agarró la polla y me la empezó a chupar. medio morcillona.

- Tía, que tengo ganas de mear. No puedo ponerla tiesa para luego tener que mear, antes de correrme.

- Méate encima mio!!! Méate! porfaaaaa

- Pero que??? Está borracha.

- Suy tu puta. Tu guarra. Quiero que te mees en mi cara, en mis tetas.- se las empezó a caras mientras decía eso. Acabó desnuda allí arrodillada, sólo con las medias rotas y las botas militares.



Pues ale, con alegría y a lo loco me meé encima de Ruth, mientras ella con sus manos me agarraba los cojones y yo le echaba una buena lluvia dorada en toda la cara, la boca, las tetas.....

Os aseguro que aquellos no fue todo. Fue follada y sometida como ella deseó y me pidió.

La estuve viendo durante 4 años y fue una auténtica sumisa.